Niña manos padres

CUSTODIA COMPARTIDA: LA MEJOR OPCIÓN

En nuestro despacho siempre hemos pensado y defendido que, ante una separación, lo mejor para los hijos es la custodia compartida. Es lo que siempre buscamos y por lo que luchamos, que, a pesar del cese de la convivencia entre los padres, la vida de los hijos a partir de ese momento sea lo menos traumática posible y, con la custodia compartida, se normaliza una relación y convivencia con ambos progenitores. También, para estos últimos es mejor puesto que, por los hijos, deben mantener una relación lo más cordial posible entre ellos e intentar limar en lo posible cualquier aspereza que surja ya que, siempre, el máximo bienestar de los hijos es a lo que se debe aspirar.

Desde que en 2011 el Tribunal Supremo reconociera en una sentencia que la custodia compartida era la mejor opción para los hijos, ha llovido bastante. Se ha ido paso a paso pero, afortunadamente, en 2024, 13 años después de esa histórica sentencia, por fin la custodia compartida está ganando peso y se ha convertido en la más frecuente, al menos en el caso de los divorcios no contenciosos.

 

Uno de los factores más importantes para que esto se esté produciendo es la incorporación de la mujer al mercado laboral. Antes, la mujer normalmente se dedicaba al 100% a la familia y, o nunca había entrado en el mercado laboral o, si lo había hecho, lo abandonaba para dedicarse a la familia, por lo que no tenía otros ingresos que los provenientes de su marido. En ese escenario, cuando llegaba una separación, venía, casi siempre, con la custodia adjudicada a la madre y el pago de una pensión (tanto para los hijos como para la esposa) por parte del padre.

 

Ahora el escenario ha cambiado completamente, la mujer está plenamente incorporada al mercado laboral y tiene sus propios ingresos, por lo que la situación entre la pareja se equilibra en ese aspecto. Así, cuando llega una separación, ambos están en igualdad de condiciones y los jueces están primando la custodia compartida para que ambos progenitores estén a la par con la crianza y desarrollo de los menores.

 

Otro de los factores, relacionado con la incorporación al mercado laboral de la mujer, es que ambos, hombre y mujer, se hacen cargo conjuntamente de lo que siempre se ha denominado “labores del hogar”, es decir, compartir todo lo que hace posible el funcionamiento de la casa y la crianza de los hijos. Este compartir implica que ambos progenitores pueden ocuparse de casa y crianza, sin exclusiones y sin que se puedan dar las situaciones antiguas, penosas y excluyentes para ambas partes de “es que no sabe freír un huevo, es que no sabe cambiar un pañal, es que no sabe lo que es trabajar, etc. etc.”.

 

Qué duda cabe que lo mejor para la custodia compartida es un divorcio de mutuo acuerdo, donde el respeto entre los progenitores hace que todo el proceso, que nunca es agradable, se desarrolle de la forma más fácil y menos traumática tanto para los progenitores como, y esto es lo más importante, para los hijos. Siempre es muy importante redactar un convenio regulador que refleje de la forma más exhaustiva posible todas las relaciones entre progenitores e hijos. Ante estos convenios, ni jueces ni fiscales suelen poner ninguna traba puesto que se parte del respeto entre y hacia todos los miembros de la familia.

Como clave principal para llevar a cabo la custodia compartida y, como siempre decimos, lo más importante es priorizar a los menores y su bienestar, creando un entorno de respeto, estabilidad y seguridad para que los menores crezcan de la mejor manera posible. Para esto es clave, como ya hemos señalado a lo largo de este artículo, el respeto entre los progenitores y el diálogo entre ellos es importantísimo, siempre basado en el respeto y en evitar cualquier tipo de confrontación frente a los menores.

 

En el caso de los divorcios contenciosos la cosa cambia, desafortunadamente, en este caso la custodia compartida no es la opción mayoritaria aunque va ascendiendo poco a poco. En estos casos, la custodia que prima es la monoparental, generalmente a favor de la madre y, en pocos casos, a favor del padre. El ascenso de la custodia compartida se está produciendo a la vez que el descenso en la custodia monoparental a favor de la progenitora.

 

Así, visto todo lo anterior, buenas noticias para progenitores e hijos, la custodia compartida sigue escalando posiciones y el respeto y la búsqueda del bien común para hijos y progenitores cada vez va a más.